«Por primera vez, el hombre ha comprendido realmente que es un habitante del planeta, y tal vez piensa y actúa de una nueva manera, no sólo como individuo, familia o género, Estado o grupo de Estados, sino también como planetario»
Vemadski
Vemadski
Por: Greiza Lucena
En la obra los siete saberes necesario a la educación del futuro, su autor Morín justifica su texto en los cambios que los seres humanos debemos realizar para satisfacer nuestras necesidades, transformaciones que son esenciales en la construcción de un futuro asequible para las generaciones futuras. Este futuro debe estar guiado por los principios de democracia, equidad, justicia social, paz, la armonía del entorno natural y la durabilidad para ser las bases de nuestra nación. La educación es el medio para lograr cambios del futuro, porque modifica el pensamiento para afrontar el mundo complejo y variable. En el marco de la educación sostenible Morín expone siete principios claves para obtener la transformación de la educación del futuro que son: Las cegueras del conocimiento: error y la ilusión; Los principios de un conocimiento pertinente, enseñar la condición humana, enseñar la identidad terrenal, enseñar la incertidumbre, enseñar la comprensión y la ética del género humano. A continuación se explican cada uno de estos principios.
1° Principio: Las Cegueras del Conocimiento: El error y la ilusión
Este principio expresa que en todo conocimiento está inmerso dificultades e imperfecciones que se adquieren durante su desarrollo; es función de la educación divulgar estas dificultades que son causadas por los errores e ilusiones que amenazan al conocimiento. Morín (2000) define la percepción como: “la reconstrucción cerebrales, a partir de los estímulos o signos captados y codificados por los sentidos”; esto puede causar diferentes tipos de errores de percepción a través de los sentidos como el error intelectual mediada por el lenguaje y el pensamiento y error de principios de conocimiento causado por la interpretación de lo percibido. Otro factor influyente en el conocimiento son las emociones o sentimientos, el autor comenta que pueden incrementar los errores encegueciendo (asfixiarlo) o fortalecer el conocimiento, pero son indispensables para el razonamiento.
Es importante articular las ideas y teorías a través del paradigma, quién es el que regirá las acciones para generar el conocimiento a través del razonamiento; quién es capaz de detectar el error o proteger la teorías de sus propio error. Las personas actúan según el paradigma inscrito en su cultura y creencias, generando sus estereotipos cognitivos. Por ello la racionalidad es el escudo de contra el error y la ilusión.
El conocimiento debe adaptarse a la realidad y a sus factores influyentes, como es la incertidumbre que da respuesta al conocimiento complejo de la sociedad, donde se integra la cultura, políticas y teorías. Es necesario establecer un paradigma complejo que permita estudiar las dos posibilidades de error e ilusión; las que vienen del exterior, cultura y sociedad que evitan la búsqueda de la verdad; y la interna que hacen que los pensamientos se equivoquen entre ellos. Debemos dejar de dominarnos por nuestras ideas y mentiras, la educación debe generar lucidez para el conocimiento.
2° Principio: Los principios de un conocimiento pertinente
Este principio se refiere al parcelamiento que existe entre los saberes y la realidad, para accesar a cualquier información global, organizarla y articularla es necesario que el conocimiento sea contextualizado y estudiar los problemas mundiales. La educación actual es aislada, realidades divididas que se hacen globales y planetarias. Para que un conocimiento sea pertinente debe demostrar el contexto, lo global, multidimensional y lo complejo (Ver figura N° 1).
El conocimiento actual debe orientarse hacia lo contextualizado no hacia la especialización, separación o parcelamiento como lo hace la cultura científica. Los sistemas de enseñanza actuales establecen la división de la ciencia en disciplinas, encerrándolas cada vez más en sí misma y causando el debilitamiento de las responsabilidades; generando problemas cada vez más técnicos y especializados, causado por la reducción del todo en sus partes; los progresos científicos y técnicos del siglo XX han producido una nueva ceguera a los problemas globales, fundamentales y complejos que ha generado errores e ilusiones porque se desconocen los principios mayores de un conocimientos pertinente.
3° Principio: Enseñar la condición humana
El autor refiere que la educación del futuro debe centrarse en la condición humana, es decir situarla en el universo; en su origen y su contexto dentro del cosmo, la condición de sus elementos y sus relaciones, la condición terrestre y la evolución de la especie a través de una nueva concepción del hombre desde dos principios biofísico y el psicosociocultural.
La condición múltiple cósmico - física-terrestre y del bucle cerebro-mentecultura, otros dos bucles pueden ayudar a concebir la condición humana: el de la razón - afecto - impulso y el bucle individuo-sociedad-especie.
El ser humano es a la vez racional y delirante, trabajador y lúdico, empírico e imaginador, económico, prosaico y poético, creador y destructor. La educación del futuro deberá estudiar la complejidad humana que desembocará en un conocimiento, es decir, en una toma de conciencia de la condición común a todos los humanos, y de la diversidad de individuos, pueblos, culturas, sobre nuestro arraigo como ciudadanos de la Tierra.
4° Principio: Enseñar la identidad terrenal
La identidad terrenal se refiere a las tendencias del universo actual hacia un proceso de mundialización, pero nuestro pensamiento nos impide pensar en la complejidad del mundo y en la globalidad. Una parte del mundo disfruta de la mundialización, mientras otra sufre las consecuencias de un circuito planetario de miserias y necesidades. El proceso de mundialización es acompañado por división, parcelación, nacionalismos y antagonismos.
El siglo XX es el resultado de una herencia de fanatismos, masacres y guerras y de una herencia de racionalización basada en el cálculo y que ignora a los individuos; pero existen corrientes dominantes capaces de desarrollarse y cambiar el curso de los acontecimientos; como las cualitativa, la independencia de la tiranía del dinero y del beneficio; pero según el autor la principal evolución sería las fuerzas emancipadoras inherentes a la ciencia y la técnica superando las fuerzas de la muerte y esclavitud.
Se debe crear una conciencia y sentido de pertinencia que nos una a nuestra tierra, conciencia antropológica, ecológica, cívica terrenal, y espiritual que conduzca a la solidaridad y misericordia entre individuos y de todos para todos. La educación del futuro debe enseñar una ética de la comprensión planetaria.
5° Principio: Afrontar las incertidumbres
La incertidumbre está inmersa desde nuestra historia humana, que es impredecible y está compuesta de acontecimientos inesperados e inciertos. El autor comenta que “la educación del futuro debe retornar las incertidumbres vinculadas al conocimiento”, la incertidumbre cerebro-mental (traducciones y reconstrucciones internas), la incertidumbre lógica, la incertidumbre racional (¿racionalidad o racionalización?) y la psicológica (el autoconocimiento es limitado); cuanto un estudio se inicia es el entorno quien decide el rumbo que tomará sus acciones, pudiendo contradecir la intención inicial, esto se denomina ecología de acción. La incertidumbre de la acción surge básicamente de tres bucles: de riesgo-preocupación, de fines-medios y de acción-contexto.
La incertidumbre se afronta mediante una buena decisión, la conciencia del riesgo y la estrategia. La estrategia predomina sobre el programa elaborando un conjunto de actividades examinando las certezas, las incertidumbres de la situación, las probabilidades y las improbabilidades; donde las actividades deben modificarse y adaptada según la información recolectada para generar una buena decisión.
6° Principio: Enseñar la comprensión
En este principio el autor se refiere a que la educación debe enseñar la comprensión humana como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad. La comprensión intelectual implica un proceso previo de explicación de lo que se capta del conjunto del objeto (las partes y el todo). La comprensión humana va más allá de la explicación, implica un proceso de empatía, de identificación y de proyección con respecto a otro sujeto. La comprensión se ve amenazada por varios obstáculos que constituyen problemas en la comunicación (ruido, polisemia, desconocimiento de ritos, costumbres o culturas...) y en las actitudes, como la indiferencia o los centrismos: egocentrismo, etnocentrismo o sociocentrismo. La comprensión se manifiesta por el “bien pensar” (pensar lo complejo, incluyendo las condiciones objetivas y subjetivas de los actos) y la introspección (autocrítica, autoexamen, auto descentración). Se debe vincular la ética a la comprensión de las personas que suponen la mundialización de la comprensión, la solidaridad intelectual y moral de la humanidad.
7° Principio: La ética del género humano
La ética del género humano, antropo-ética, es cuando surge nuestra conciencia y espíritu humano, una ética del bucle individuo – sociedad – especie; asumir la condición humana significa lograr la unidad de la diversidad, desarrollar la ética de la solidaridad y de la comprensión y enseñar la ética del género humano.
La democracia reduce la esclavitud, controlando el poder de los controladores, requiere de un consenso entre ciudadanos, de diversidad y antagonismo, lo que significa que no puede identificarse con la mayoría sobre las minorías. Es un sistema complejo de organización que se nutre de la autonomía y la libertad de expresión y opinión. La democracia actual es incompleta e incompetente para buscar soluciones a los problemas complejos, fragmentándola y dividiéndola; creando una nueva clase de expertos incapaces de generar soluciones globales para estos problemas, solo especializados en la política. Causando el desentendimiento de los ciudadanos de los problemas comunes. La humanidad es una consciencia común para hacer realidad nuestros objetivos: “la continuación de la hominización en humanización, a través del ascenso a la ciudadanía terrestre”.
Como reflexiones finales se puede decir que: en el proceso del conocimiento está inmerso el error y la ilusión, la manera de identificarlo es a través de la racionalización, expresando las verdades mediante teorías, ideas y paradigmas. La forma de adquirirlo se ha ido transformando orientándolo a la ciencia y a la tecnología, construyéndose a través de un proceso de parcelación de los objetos de estudio, generando soluciones artificiales e incapacidad de abordar problemas complejos y globales. La educación del futuro debe comprender y enseñar lo que es común a todo ser humano y debe transmitir esta realidad planetaria y la necesidad de sentir la Tierra como la patria de todos, donde los problemas son de todos y deberíamos implicarnos en las soluciones; también debe exigir una actitud de comprensión entre las personas. El entorno que nos rodea está influenciado por la incertidumbre, para afrontarlo se deben considerar tres acciones buenas decisiones, conciencia de la existencia de riesgos y la utilización de estrategias. Se debe lograr la unidad de la diversidad, desarrollar la ética de la solidaridad y de la comprensión y enseñar la ética del género humano.
1° Principio: Las Cegueras del Conocimiento: El error y la ilusión
Este principio expresa que en todo conocimiento está inmerso dificultades e imperfecciones que se adquieren durante su desarrollo; es función de la educación divulgar estas dificultades que son causadas por los errores e ilusiones que amenazan al conocimiento. Morín (2000) define la percepción como: “la reconstrucción cerebrales, a partir de los estímulos o signos captados y codificados por los sentidos”; esto puede causar diferentes tipos de errores de percepción a través de los sentidos como el error intelectual mediada por el lenguaje y el pensamiento y error de principios de conocimiento causado por la interpretación de lo percibido. Otro factor influyente en el conocimiento son las emociones o sentimientos, el autor comenta que pueden incrementar los errores encegueciendo (asfixiarlo) o fortalecer el conocimiento, pero son indispensables para el razonamiento.
Es importante articular las ideas y teorías a través del paradigma, quién es el que regirá las acciones para generar el conocimiento a través del razonamiento; quién es capaz de detectar el error o proteger la teorías de sus propio error. Las personas actúan según el paradigma inscrito en su cultura y creencias, generando sus estereotipos cognitivos. Por ello la racionalidad es el escudo de contra el error y la ilusión.
El conocimiento debe adaptarse a la realidad y a sus factores influyentes, como es la incertidumbre que da respuesta al conocimiento complejo de la sociedad, donde se integra la cultura, políticas y teorías. Es necesario establecer un paradigma complejo que permita estudiar las dos posibilidades de error e ilusión; las que vienen del exterior, cultura y sociedad que evitan la búsqueda de la verdad; y la interna que hacen que los pensamientos se equivoquen entre ellos. Debemos dejar de dominarnos por nuestras ideas y mentiras, la educación debe generar lucidez para el conocimiento.
2° Principio: Los principios de un conocimiento pertinente
Este principio se refiere al parcelamiento que existe entre los saberes y la realidad, para accesar a cualquier información global, organizarla y articularla es necesario que el conocimiento sea contextualizado y estudiar los problemas mundiales. La educación actual es aislada, realidades divididas que se hacen globales y planetarias. Para que un conocimiento sea pertinente debe demostrar el contexto, lo global, multidimensional y lo complejo (Ver figura N° 1).
Figura N° 1: Pertinencia del conocimiento
El conocimiento actual debe orientarse hacia lo contextualizado no hacia la especialización, separación o parcelamiento como lo hace la cultura científica. Los sistemas de enseñanza actuales establecen la división de la ciencia en disciplinas, encerrándolas cada vez más en sí misma y causando el debilitamiento de las responsabilidades; generando problemas cada vez más técnicos y especializados, causado por la reducción del todo en sus partes; los progresos científicos y técnicos del siglo XX han producido una nueva ceguera a los problemas globales, fundamentales y complejos que ha generado errores e ilusiones porque se desconocen los principios mayores de un conocimientos pertinente.
3° Principio: Enseñar la condición humana
El autor refiere que la educación del futuro debe centrarse en la condición humana, es decir situarla en el universo; en su origen y su contexto dentro del cosmo, la condición de sus elementos y sus relaciones, la condición terrestre y la evolución de la especie a través de una nueva concepción del hombre desde dos principios biofísico y el psicosociocultural.
La condición múltiple cósmico - física-terrestre y del bucle cerebro-mentecultura, otros dos bucles pueden ayudar a concebir la condición humana: el de la razón - afecto - impulso y el bucle individuo-sociedad-especie.
El ser humano es a la vez racional y delirante, trabajador y lúdico, empírico e imaginador, económico, prosaico y poético, creador y destructor. La educación del futuro deberá estudiar la complejidad humana que desembocará en un conocimiento, es decir, en una toma de conciencia de la condición común a todos los humanos, y de la diversidad de individuos, pueblos, culturas, sobre nuestro arraigo como ciudadanos de la Tierra.
4° Principio: Enseñar la identidad terrenal
La identidad terrenal se refiere a las tendencias del universo actual hacia un proceso de mundialización, pero nuestro pensamiento nos impide pensar en la complejidad del mundo y en la globalidad. Una parte del mundo disfruta de la mundialización, mientras otra sufre las consecuencias de un circuito planetario de miserias y necesidades. El proceso de mundialización es acompañado por división, parcelación, nacionalismos y antagonismos.
El siglo XX es el resultado de una herencia de fanatismos, masacres y guerras y de una herencia de racionalización basada en el cálculo y que ignora a los individuos; pero existen corrientes dominantes capaces de desarrollarse y cambiar el curso de los acontecimientos; como las cualitativa, la independencia de la tiranía del dinero y del beneficio; pero según el autor la principal evolución sería las fuerzas emancipadoras inherentes a la ciencia y la técnica superando las fuerzas de la muerte y esclavitud.
Se debe crear una conciencia y sentido de pertinencia que nos una a nuestra tierra, conciencia antropológica, ecológica, cívica terrenal, y espiritual que conduzca a la solidaridad y misericordia entre individuos y de todos para todos. La educación del futuro debe enseñar una ética de la comprensión planetaria.
5° Principio: Afrontar las incertidumbres
La incertidumbre está inmersa desde nuestra historia humana, que es impredecible y está compuesta de acontecimientos inesperados e inciertos. El autor comenta que “la educación del futuro debe retornar las incertidumbres vinculadas al conocimiento”, la incertidumbre cerebro-mental (traducciones y reconstrucciones internas), la incertidumbre lógica, la incertidumbre racional (¿racionalidad o racionalización?) y la psicológica (el autoconocimiento es limitado); cuanto un estudio se inicia es el entorno quien decide el rumbo que tomará sus acciones, pudiendo contradecir la intención inicial, esto se denomina ecología de acción. La incertidumbre de la acción surge básicamente de tres bucles: de riesgo-preocupación, de fines-medios y de acción-contexto.
La incertidumbre se afronta mediante una buena decisión, la conciencia del riesgo y la estrategia. La estrategia predomina sobre el programa elaborando un conjunto de actividades examinando las certezas, las incertidumbres de la situación, las probabilidades y las improbabilidades; donde las actividades deben modificarse y adaptada según la información recolectada para generar una buena decisión.
6° Principio: Enseñar la comprensión
En este principio el autor se refiere a que la educación debe enseñar la comprensión humana como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad. La comprensión intelectual implica un proceso previo de explicación de lo que se capta del conjunto del objeto (las partes y el todo). La comprensión humana va más allá de la explicación, implica un proceso de empatía, de identificación y de proyección con respecto a otro sujeto. La comprensión se ve amenazada por varios obstáculos que constituyen problemas en la comunicación (ruido, polisemia, desconocimiento de ritos, costumbres o culturas...) y en las actitudes, como la indiferencia o los centrismos: egocentrismo, etnocentrismo o sociocentrismo. La comprensión se manifiesta por el “bien pensar” (pensar lo complejo, incluyendo las condiciones objetivas y subjetivas de los actos) y la introspección (autocrítica, autoexamen, auto descentración). Se debe vincular la ética a la comprensión de las personas que suponen la mundialización de la comprensión, la solidaridad intelectual y moral de la humanidad.
7° Principio: La ética del género humano
La ética del género humano, antropo-ética, es cuando surge nuestra conciencia y espíritu humano, una ética del bucle individuo – sociedad – especie; asumir la condición humana significa lograr la unidad de la diversidad, desarrollar la ética de la solidaridad y de la comprensión y enseñar la ética del género humano.
La democracia reduce la esclavitud, controlando el poder de los controladores, requiere de un consenso entre ciudadanos, de diversidad y antagonismo, lo que significa que no puede identificarse con la mayoría sobre las minorías. Es un sistema complejo de organización que se nutre de la autonomía y la libertad de expresión y opinión. La democracia actual es incompleta e incompetente para buscar soluciones a los problemas complejos, fragmentándola y dividiéndola; creando una nueva clase de expertos incapaces de generar soluciones globales para estos problemas, solo especializados en la política. Causando el desentendimiento de los ciudadanos de los problemas comunes. La humanidad es una consciencia común para hacer realidad nuestros objetivos: “la continuación de la hominización en humanización, a través del ascenso a la ciudadanía terrestre”.
Como reflexiones finales se puede decir que: en el proceso del conocimiento está inmerso el error y la ilusión, la manera de identificarlo es a través de la racionalización, expresando las verdades mediante teorías, ideas y paradigmas. La forma de adquirirlo se ha ido transformando orientándolo a la ciencia y a la tecnología, construyéndose a través de un proceso de parcelación de los objetos de estudio, generando soluciones artificiales e incapacidad de abordar problemas complejos y globales. La educación del futuro debe comprender y enseñar lo que es común a todo ser humano y debe transmitir esta realidad planetaria y la necesidad de sentir la Tierra como la patria de todos, donde los problemas son de todos y deberíamos implicarnos en las soluciones; también debe exigir una actitud de comprensión entre las personas. El entorno que nos rodea está influenciado por la incertidumbre, para afrontarlo se deben considerar tres acciones buenas decisiones, conciencia de la existencia de riesgos y la utilización de estrategias. Se debe lograr la unidad de la diversidad, desarrollar la ética de la solidaridad y de la comprensión y enseñar la ética del género humano.